Generalmente uno planifica su día desde que se despierta, si no es que antes. Ayer martes, el plan era tan sencillo como despertar (tarde) llegar a la escuela (tarde), comerme mi sandwich, tomar la clase de Javier, hacer como que sé programar en LISP por 3 horas y emprender el camino al hotel a seguir "haciendo" el mugre proyecto. Lo que ni yo ni otros 5 ingenieros con los que cohabito nos esperabamos, era que nuestra vida se viera truncada por un reto... pero no cualquier reto, uno de los que llaman: RETO DE UN DOLAR. Activado automáticamente cuando nos encontramos los 6 idiotas en el pasillo y Maycotte tuvo a bien decir: "El que se vaya pierde". Valió madre. Ni siquiera definimos un castigo, solo se jugaba el honor, pero se aceptó y lo enfrentamos como hombres. Perdimos una valiosa hora con quince minutos de nuestras vidas ahí parados, desfalleciendo poco a poco, cediendo ante la desesperación!! Hasta que llegó el tal Amsterdam sin una maldita llave y después de unos 15 minutos, Arturo decidió que lo más sabio era ir a abrirle.
Unas imagenes del juego, cuando ya caíamos en la desesperación y la locura:
Las posiciones finales:
1. Efrén. Ganador absoluto
2. David.
3. Maycotte.
4. Mariscal
5. Yo mero.
6. Arturo.
Si no hubiera sido por Amsterdam, igual ahí seguiríamos...
1 comment:
Reto de un dólar:
El primero en postear un comentario pierde...
... OU!
Mejor que el primero gane un dólar. AWESOME! I'm a dollar richer!
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