Jellicle Bored!

No hay mucho que escribir cuando se regresa a la rutina escolar, en realidad todo pasa exactamente igual: voy, regreso e hiberno los miércoles. Me detengo a informar los únicos dos eventos significativos de esta semana:

1. Fui a ver CATS en la noche de estreno. Después de ver The Phantom of the Opera (ver reseña), la verdad me esperaba mucho más de la obra musical más exitosa de toda la historia. En primer lugar, el Auditorio Nacional es probablemente el peor escenario donde se pudo haber montado, incluso con boletos caros uno veía a los gatos como en microfilm y para acabar viendo las pantallas pues mejor me compro el DVD. En segundo, la danza definitivamente no es lo mío, es más la ODIO, y mi paciencia se drenaba mientras pasaban los minutos sin nada más que hombres y mujeres vestidos de gatos brinque y brinque, ni siquiera cantando. Para acabarla de chingar, la presencia de algunos de los pendejos que estelarizan Rebelde y la idolatría que despertaron entre los débiles de mente y un par de mis acompañantes, hizo que me hirviera la sangre y me tardé hora en salir de este trance de odio y rabia. Sin embargo, una vez más Andrew Lloyd Webber logró sorprenderme con su genio musical y su capacidad para poner el ánimo de cada momento en notas musicales, eso y la compañía del Inge hicieron que no me saliera del teatro mentando madres a quien se me parara enfrente.

2. El partido México vs. Costa Rica en el Estadio Azteca. La verdad es que después de ver al América, la Selección me da una hueeeeeeeva tremenda. No juegan a nada, nadie se compromete a agarrar el balón (fuera de Pável y Rafa Márquez) y no hay profundidad. El PAKÍN Fonseca es un animal y me enferma como se cae solo. Pero no voy a profundizar más en aspectos futbolísticos porque se que nadie los va a leer (de todos modos creo que esto no lo lee nadie). Ni siquiera el ambiente fue muy agradable, nadie peló el partido y... bueno, voy a dejarlo ahí.

Espero sus siempre bien recibidos comentarios.

Jellicle Ponch very Jellicle Bored.